Dragociencia, gracias al apoyo de PROEDUCACIÓN llevó su taller de ciencia a escuelas rurales de Hidalgo con una misión audaz: enseñar el fascinante mundo de la ciencia directamente a los corazones y mentes de los estudiantes de primaria. Equipados con experimentos vibrantes Dragociencia no solo buscaba enseñar principios científicos, sino también inspirar la curiosidad y el amor por el aprendizaje en lugares donde estos recursos son escasos.
Cada presentación fue un festín para los sentidos y la mente. Desde la creación de volcanes de bicarbonato de sodio hasta la demostración del principio de Bernoulli, creando de polímeros con diferentes texturas y colores, las aulas se transformaron en laboratorios vivientes de asombro y descubrimiento. Los niños, con los ojos brillantes y las sonrisas radiantes, participaron activamente en cada experimento, absorbiendo conocimientos mientras se divertían.
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Al final de día, los integrantes de Dragociencia se retiraron con los corazones llenos de gratitud y esperanza. Sabían que, a través de sutaller, habían encendido una chispa de curiosidad que podría convertirse en el motor del cambio y la innovación en las comunidades rurales de Hidalgo, sembrando el camino para futuros científicos y soñadores que buscarán transformar su mundo a través del conocimiento y la creatividad